Esta Semana Grande, durante tres tardes de agosto, hemos vuelto a celebrar la fiesta, a la Terraza de la Zurriola con los talleres de arquitecturas del mundo. Hemos retomado con unos hits. Lo hemos pasado genial jugando a las construcciones del planeta, pequeños y no tan pequeños. A veces, de manera sólida y pétrea con los arcos romanos, otras veces, de manera ligera y nómada con los tippis de los lakotas, o también, con los efímeros y helados iglús de los inuits del ártico.
En el taller "Cracy Romans", vimos que no es necesario el cemento, ni el pegamento para que un arco se sostenga, (a pesar de había quien lo dudaba y quería asegurar la construcción a base de cinta a toda costa...) la geometría del arco con su clave y dovelas, nos enseña el comportamiento de los pesos y los empujes que hacen que podamos abrir huecos en los muros de piedra. Así, con el viento como único enemigo, pasamos del arco al acueducto, del acueducto a la bóveda de cañón, y de esta, a la plaza, para finalmente, jugar a construir libremente con nuestros prismas de cartón. Tanto grandes y pequeños participaron con gran ánimo del taller, que no hubiese sido posible, sin su inestimable ayuda como cimbra humana. When in Rome, do as romans do!
 |
| Ver más fotos aquí |
Con "Hippi Tippi", quisimos hablar de los indios de las praderas, quienes respetan profundamente a la tierra. No desean poseerla, sino pertenecer a ella, viajando con las estaciones por el territorio en busca de alimento. Pero... alguien realizó el canto de la lluvia con demasiada premura, y nuestros tippis de cartón, tuvieron que ser reemplazados por la imaginación de los pequeños indios lakotas que nos acompañaron. Una pena!, así son las praderas, no hay tapadillos.
En la última sesión con el taller "Ice Cubes", nos trasladamos a tierras árticas, donde el material de construcción abunda. Construimos entre todos un iglú, sin necesidad del cuchillo para cortar bloques de nieve, sino con la ayuda de todos los participantes que pudieron transformarse durante una tarde en pequeños inuits.
Ahora, quisiéramos agradecer a tod@s los que os acercasteís al Kursaal, a pesar del viento y marea (bueno... lluvia). Como siempre, sin vosotros nada de esto sería posible. Eskerrik asko y hasta la próxima!!
