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Hace poco tiempo que el científico Osaki Shigeyoshi, creó un instrumento
maravilloso con la forma de un violín, pero con un sonido de timbre más
suave y profundo. Lo hizo gracias a las cuerdas fuertes y de tonos únicos, de
la seda de la araña Nephila Maculata, criada en cautividad y conocida, por la
complejidad de sus telas. Nosotros, en nuestro último Sabadabadá de este curso 2013, también salimos a los parques motivados por el sol, con la mentalidad de las arañas, y dotados de hilos sedosos con los que crear nuestras propias espirales arácnidas.
La primera tela que produjeron nuestras arañas, fue la más clásica de las telarañas de tipo plano y horizontal, en base a una matriz polar de hilos sobre los que tejimos nuestras espirales. Nudo a nudo, fuimos tejiendo hasta completar unas formas discoideas, que demuestran la dificultad abstracta a la que se enfrentan estos diminutos seres, implantando en la naturaleza estructuras planares, sobre espacios orgánicos de marcado carácter tridimensional.
Pero, las arañas no sólo reproducen esquemas planos sobre sus terrenos de caza. Entre sus fabulosas y sofiscicadas técnicas de caza, existen telas de seda de araña, en forma de cono, por ejemplo, que embudan a sus víctimas al interior. Nosotros nos divertimos construyendo una de estas a gran escala, como un equipo. La sensibilidad a las tensiones superficiales de los hilos, el arte de sus geometrías, los pelos quelíceros, sus ojos y sus venenos, confieren a la pequeña araña de jardín, la grandeza y el calibre, de otros constructores de la naturaleza, tal vez mejor considerados. Nosotros les dedicamos este Sabadabadá, con todo el respeto! Feliz verano arkitxikis!!
