Con motivo de las de las conferencias que tendrán lugar en tabacalera, entre los días 23 y 27 de noviembre a las 19.30, se proyectará the Crowd,( King Vidor, EEUU, 1928, b&w, 104’) la película del director del manantial, así como podremos asistir a la conferencia de Juan Jose Lahuerta, The Crowd: máquinas, rascacielos y multitudes frente al crack del 29.
the crowd a pesar de ser, en apariencia, una sencilla demostración de fuerza de la ciudad de Nueva York sobre sus habitantes y usuarios, relata, a mi juicio, una visión nietziana de la vanidad humana, donde el protagonista, nos narran, pertenece a los siete millones de personas que creen ser las que sostienen a la ciudad. En realidad todos somos parte comprometida y sustento micropilotis de sustento para cimentar la ciudad. Las personas establecemos la base como en la cama de pinchos del fakir hindú, cada uno recibimos nuestra carga y repartimos. La vanidad es propensión ciega a considerarse individuo autónomo, no siéndolo, algo así como ser el único clavo en la cama que sostiene al fakir, lo que sin duda significaría su muerte. El orgullo basado en cosas vanas y la excesiva confianza y creencia de la propia capacidad y atracción muy por encima de otras personas y cosas, queda de manifiesto, en la evolución de las escenas y bocadillos de la película muda, apostillado con frases del tipo: ¨no conoces la enorme inercia de la multitud hasta que te enfrentas a ella en sentido opuesto¨(+o-)¨la multitud está dispuesta a reír todos los días contigo, pero solo lo está uno para llorar¨...La incapacidad de la ciudad de Nueva York, de finales de los veinte, para colmar las aspiraciones del matrimonio protagonista, tal vez no sea el verdadero problema ,sino más bien, la inconprensión de la mecánica urbana y la necesaria interdependencia de las partes integrantes lo sea. la ciudad se muestra expléndidamente representada, la arquitectura interior del apartamento, es una hermosa chifladura de mecanismo y veremos unas tomas muy racionales, de los edificios rascacielos modernos, de infinidad de huecos negros y mil_rayas. vanitas vanitatis et omnia vanitas...
the crowd a pesar de ser, en apariencia, una sencilla demostración de fuerza de la ciudad de Nueva York sobre sus habitantes y usuarios, relata, a mi juicio, una visión nietziana de la vanidad humana, donde el protagonista, nos narran, pertenece a los siete millones de personas que creen ser las que sostienen a la ciudad. En realidad todos somos parte comprometida y sustento micropilotis de sustento para cimentar la ciudad. Las personas establecemos la base como en la cama de pinchos del fakir hindú, cada uno recibimos nuestra carga y repartimos. La vanidad es propensión ciega a considerarse individuo autónomo, no siéndolo, algo así como ser el único clavo en la cama que sostiene al fakir, lo que sin duda significaría su muerte. El orgullo basado en cosas vanas y la excesiva confianza y creencia de la propia capacidad y atracción muy por encima de otras personas y cosas, queda de manifiesto, en la evolución de las escenas y bocadillos de la película muda, apostillado con frases del tipo: ¨no conoces la enorme inercia de la multitud hasta que te enfrentas a ella en sentido opuesto¨(+o-)¨la multitud está dispuesta a reír todos los días contigo, pero solo lo está uno para llorar¨...La incapacidad de la ciudad de Nueva York, de finales de los veinte, para colmar las aspiraciones del matrimonio protagonista, tal vez no sea el verdadero problema ,sino más bien, la inconprensión de la mecánica urbana y la necesaria interdependencia de las partes integrantes lo sea. la ciudad se muestra expléndidamente representada, la arquitectura interior del apartamento, es una hermosa chifladura de mecanismo y veremos unas tomas muy racionales, de los edificios rascacielos modernos, de infinidad de huecos negros y mil_rayas. vanitas vanitatis et omnia vanitas...