Con el argumento de un planeta sin carreteras ni vías que lo cicatricen, nos hemos puesto en el papel de terrícolas que se saltaron la invención del coche y el ferrocarril, y pasaron a transportarse por el aire mediante globos, zeppelines, alas delta y parapentes. Hemos dibujado y construido un teleférico a modo de autobús aéreo urbano y hemos salido al exterior a observar las propiedades volátiles de las hélices.
A lo hermanos Montgolfier, hemos intentado experimentar con el papel de seda y el aire caliente, pero preocupados por no incendiar a nuestros vecinos, nos hemos tenido que conformar con el calor de un secador de pelo. Seguro lo volveremos a intentar cuando las condiciones atmosféricas nos lo permitan. Buena semana a todos!!