curso II_cuarta crónica



Estos tiempos que corren, de la cultura de la información, nos acercan para bien a muchas cosas interesantes y sin embargo, nos alejan también de otras conocidas y queridas, como es el contacto directo con la materia y sus sensaciones. Para combatir este efecto  hiperplano de nuestra cotidianeidad, en maushaus somos muy amigos de transmitir las técnicas artísticas a los mas txikis, ya que nos ofrecen una perspectiva histórica de primera mano y les alientan a crear, mas allá de los meros procedimientos de oficio. A través del estudio de los maestros de la Bauhaus y la introducción a las técnicas artísticas, no se trata sólo de la comprensión de los procedimientos, sino como decimos, se trata de contrarestar el efecto distorsionador de los media, que tienden a magnificar lo pequeño y a minimizar lo hermoso, a la par que se potencian en los niños los pensamientos de tipo lateral.


La cerámica, es por definición la técnica de la sustancia quemada y tiene vocación de transformar las propiedades de la materia mediante el calor y el color. La arcilla, como materia base de esta técnica, abunda en el mundo y se une a su historia desde los anales. Es plástica y moldeable en su fase húmeda, y rígida y firme cuando seca. Nosotros trabajamos en el taller con el proceso de las placas de barro y sus uniones de barbotina, en aras de crear nuestro propio juego de té. El placer de amasar el barro con las manos, la magia de extenderlo con los rodillos, la precisión de los cortes con las pitas y las reglas, generan, con esta técnica antigua, una sorpresa para los sentidos, que dificilmente olvidarán!


No menos antiguas serán las técnicas textiles, que ayudaron a los hombres primitivos a vivir adecuándose al clima, de manera elegante y práctica, al mismo tiempo que se alejaban sin casi darse cuenta de la animalidad reinante. La inspiración, sin embargo, de este taller textil, vino de la mano de la maestra Günta Stolz. En los años de la Bauhaus, Günta, desarrolló técnicas textiles y realizó sin atisbo de pereza, infinidad de trabajos maravillosos, en solitario y en combinación con los artistas plásticos y demás maestros de la escuela. Queriendo seguir sus pasos, alegremente fuimos del concepto a la urdimbre, en un taller, donde tramamos con hilos de color nuestras barandillas a base de mucho nudo y mucho gusto.


Y para finalizar la crónica del mes, llegamos a uno de los talleres que más nos gusta, el de construcción del mueble. En este caso el maestro de referencia y visionario por excelencia, era Breuer. Se puede decir que la técnica del tubular cromado de Marcel Breuer, fue sin duda, la mejor manera de reciclar la industria armamentística de su época, si no de la historia contemporánea. El maestro derivó los cañones de escopeta en insospechados artilugios que cambiaron y redefinieron la manera de sentar al humano y su actitud ante el estado de reposo. Él soñaba con mobiliario que escapase de la torpeza anterior, desmaterializándose en un espacio cada vez más fluido y contemporáneo, hasta el límite de imaginarse a las personas cómodamente sentadas sobre columnas de aire.


Los arquitxikis jugaron en sus particulares habitaciones bauhauslers, con las recreaciones en hilo de acero de los muebles de Breuer y Keller, que ellos mismos construyeron, logrando casi sin sentir, unas escenas sublimes a base de piezas modernas, que en general, y a pesar de tomar de base un siglo atrás, se adelantan al estado de las cosas presentes.


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