Como os anticipábamos la semana pasada, hemos tenido el placer de contar con la inestimable colaboración navideña, de Luis Urbaneja, en estos menesteres de la prefabricación de ginger bread houses para ginger bread men. Hemos descubierto las prodigiosas propiedades adherentes del icing (superior a muchos de los pegamentos, con los que nos hemos visto envueltos en el taller!) y sus pasteleras posibilidades. Cuando se trata de llevarse objetos del taller, la curva de felicidad aumenta y mucho más si es comestible, así que hoy el taller lo tenía todo para ser un hit! colaboraciones estelares, casas comestibles y mucho azúcar. De la mano de Luis y sus prefabricados nórdicos, hemos ido completando un paisaje alpino, lleno de chucherías, al más puro estilo de la bruja del cuento. Ni tan siquiera esta tarde ha tenido su efecto la lectura, que ha terminado para dar lugar, a la fiesta del final del trimestre, donde hemos podido, con los aitatxos, compartir las vivencias de los arkitxikis, con la calma. Queremos agradecer a todos vuestra animada asistencia, y vuestros exquisitos oparis y sobre todo a los aitas de Jon, por lo detallistas que se han mostrado durante todo el proceso del taller, que abarca, desde la más pura ideación, hasta ese final feliz! Gracias.