Lobo hambriento cuenta cómo, hasta hace unos años, la abuela llevó consigo su tipi a cualquier parte donde fuera, a coger bayas o juntar raíces arriba en las montañas. Sus pequeñas dimensiones y los palos cortos, la hacían conveniente para trasladarla de un sitio a otro en viajes cortos; y aun así siempre había sitio en ella para todo el que llegara. A la abuela le llevaba aproximadamente unos veinte minutos el levantar el tipi, ¡no está mal para una señora de 86 años! Cuando lo tenía instalado decía: ''¡Ya soy vieja - ya no valgo ni para instalar el tipi. Cuando era joven lo montaba rápidamente!'' ''Mis antepasados usaban siempre cuatro palos para instalar el tipi- he oído hablar de otras tribus que sólo utilizan tres...Me imagino que nuestros tipis se caerán menos que los suyos...''
Esta semana aprendimos de la abuela de las praderas a conocer el medio en en que viven, más que el lugar de tu pertenencia. En todo caso pertenecer a la tierra es más hermoso que cualquier idea de arraigo. Montamos el poblado indio y aprendimos a coser para introducirnos en lo textil. Al igual que ellos reciclando las mantas_capote desde despieces de fieltro, hemos trabajado en balletas, los despieces del tipi_de _cuatro_palos, para levantar una tribu de indios que, en torno al fuego y la naturaleza de las praderas indias, imaginaron los más enormes bisontes y sus correrías a caballo, libres! buen finde a tod@s!!