El proyecto arquitectónico de maushaus, trata del acondicionamiento de un bajo a pie de calle, en uno de los edificios de Cortazar en Donostia. El concepto de mobiliario como único elemento compilador-organizador del espacio del taller, llega en este proyecto a su máxima expresión dada la mínima superficie disponible en planta (21m2).La ausencia de preexistencias para el acomodo del material de un taller de arquitectura + un estudio, así cómo la ungencia de solventar un salto de cota de 90 cm con respecto al pie de calle, nos animó a resolver ese desnivel y el resto de cuestiones, a base de armarios móviles, que den respuesta inmediata a la demanda episódica de los arkitxikis en sus talleres, de manera versatil; proporcionando amplias posibilidades de configuración espacial, sin aparente esfuerzo.
Para la obtención del módulo, se dividieron las longitudes mayores del habitáculo en cinco partes, resultando dos medidas. Tras comprobar que resultaron ser racionales con los despieces de tableros en el mercado, acabaron siendo las dimensiones rectangulares del módulo, que abarcan totalmente el taller, a modo de plataforma de acceso. Este gesto, de arrimarse a ambas paredes, posibilita el ingreso al taller por diferentes puntos, lo que desde la calle aún es mas sorprendente. Ejecutamos todo el mobiliario con tablero contrachapado de 30 mm. de okume para pintar y fue soportado por 4 ruedas de caucho, con sus respctivos frenos. Así mismo la escalera es entendida como un elemento móbil, que encuentra alojamiento en el módulo, que para tal uso hemos construido. Los quitamiedos de tubo de cobre que les hemos asignado a cada módulo, homenagean directamente al maestro Peña Ganchegui, son ligeras y pueden retirarse de su posición para dar pie a otras situaciones, sin dejar de prestar servicio.
Para la obtención del módulo, se dividieron las longitudes mayores del habitáculo en cinco partes, resultando dos medidas. Tras comprobar que resultaron ser racionales con los despieces de tableros en el mercado, acabaron siendo las dimensiones rectangulares del módulo, que abarcan totalmente el taller, a modo de plataforma de acceso. Este gesto, de arrimarse a ambas paredes, posibilita el ingreso al taller por diferentes puntos, lo que desde la calle aún es mas sorprendente. Ejecutamos todo el mobiliario con tablero contrachapado de 30 mm. de okume para pintar y fue soportado por 4 ruedas de caucho, con sus respctivos frenos. Así mismo la escalera es entendida como un elemento móbil, que encuentra alojamiento en el módulo, que para tal uso hemos construido. Los quitamiedos de tubo de cobre que les hemos asignado a cada módulo, homenagean directamente al maestro Peña Ganchegui, son ligeras y pueden retirarse de su posición para dar pie a otras situaciones, sin dejar de prestar servicio.