Al igual que el físico C.J. Doppler, quien para estudiar las relaciones matemáticas del aparente cambio de frecuencia de las ondas, tuvo que introducir trompetistas en trenes, y colocar músicos, con el denominado oído absoluto cerca de las vias y experimentar, nosotros trataremos de evidenciar el paralelismo de la música y la arquitectura, colaborando con los fabulosos Naica, a la búsqueda de un punto de contacto entre ambas disciplinas. Entendiendo la arquitectura, al modo en que lo haría Goethe, como si de música helada se tratase, trataremos a la música como arquitectura derretida y buscaremos conexiones íntimas a ambos. Dadas sus bases comunes, de caracter matemático, para su organización y composición de las obras, y en haras de alcanzar armonía y belleza, con los músicos y l@s niñ@s, hallaremos puntos de equilibrio entre la arquitectura del edificio y la música de Jazz. Apoyándonos en algún elemento tecnológico y algún que otro instrumento, entraremos en un doble juego, en el que, a veces, el Hall del Kubo, será el soporte instrumental al que desgranar sonidos, otras, funcionará como caja de resonancia, y otras, modelo de dibujo, que servirá de partitura.
De esta manera, dentro de la 46 edición del jazzaldi de San Sebastián, aterriza kultur con un nuevo taller de arquitectura para niños, el día 24 Julio en el hall del kursal a las 12.00 previa inscripcion en www.kutxakultur.com. Allí os esperamos.